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domingo, 16 de mayo de 2010

El 83% de los españoles asegura que separa los envases en el contenedor amarillo


El 83% de los españoles asegura que separa en su hogar envases ligeros (de plástico, latas y briks), es decir, todos aquellos que se depositan en el contenedor amarillo.

Así se recoge en el Informe sobre Separación y Reciclaje de Residuos 2009 en España, dado a conocer hoy por Ecoembes, sociedad sin ánimo de lucro que gestiona la recogida selectiva, recuperación y reciclaje de los envases ligeros y los de cartón y papel, con motivo de la celebración el lunes del Día Mundial del Reciclaje.

Según esta encuesta, las mujeres reciclan más que los hombres. El 84% de las españolas declara que separa envases, mientras que en los hombres el porcentaje alcanza el 82%.

El estudio revela también que los españoles mayores de 45 años son los que más participan en la tarea de separar los envases ligeros en el hogar. Así, el 86% asegura que lo realiza, seguido del 84% de los ciudadanos de entre 34 y 44 años y del 79% de los menores de 35 años.

Asimismo, ocho de cada diez españoles (82%) declaran separar envases de cartón y papel en el contenedor azul para facilitar su posterior reciclado.

Cuidar el medio ambiente
Por tipos de envases, el 76% identifica los briks como residuo a depositar en el contenedor amarillo; el 78%, los envases de plástico, y el 72%, las latas o envases de metal. Respecto a los envases de cartón, el 78% conoce que su destino es el contenedor azul.

Entre las motivaciones que mueven a los ciudadanos a la hora de separar residuos de envases en su hogar, un 68% afirma que lo hace para "cuidar el medio ambiente", el 23% para "facilitar el reciclaje posterior de los residuos" y un 14% porque opina que separar es "un deber ciudadano".

Razones para no reciclar
Por el contrario, del 13% restante que no separa sus residuos, un 24% explica que "no dispone de espacio", el 19% alega que "el contenedor está muy lejos" y el 17% reconoce que "no tiene costumbre".

Los ciudadanos entrevistados explican que el reciclaje es algo habitual en su día a día y que cada vez participan en mayor medida.

Es decir, además de los envases ligeros (contenedor amarillo), envases de cartón y papel (contenedor azul) y envases de vidrio (contenedor verde), también separan para su reciclado las pilas (punto de depósito de pilas), los aparatos electrónicos (Punto Limpio), la ropa (puntos de recogida de ropa) o los medicamentos (farmacias).

lunes, 22 de marzo de 2010

Artista plástico tiñe de verde el río más contaminado de Argentina como protesta


Desde una lancha de la organización ecologista, García Uriburu vertió sodio fluorescente a la cuenca del río Matanza-Riachuelo y tiñó de verde parte del curso de agua que marca el límite sur de la capital argentina.

En el marco de las actividades para celebrar el bicentenario de la Revolución de Mayo que marcó el inicio del proceso de independencia de Argentina, y en coincidencia con el Día Mundial del Agua, los ecologistas buscan visualizar este problema que en opinión de los organizadores lleva dos siglos sin solución.

"Utopía del Bicentenario. 200 años de contaminación", como él mismo lo ha bautizado, se une a las acciones ambientales que el artista plástico y ecologista argentino lleva años realizando en varios lugares del mundo.

En 1968 coloreó de verde las aguas del Gran Canal de Venecia, y desde entonces realizó acciones similares en el Sena de París, el East River de Nueva York o el río de la Plata de Buenos Aires, entre otros, "como un grito del alma contra la contaminación del agua", afirmó.

En esta ocasión, reivindica que ningún Gobierno ha cumplido su promesa de sanear uno de los cursos de agua más contaminados de América Latina.

"Son 200 años de contaminación perpetua, muy exagerada, lo que ha llevado a que la cuenca del Riachuelo sea considerada el basural y la cloaca más grande del mundo a cielo abierto", explicó a Efe García Uriburu.

"Hay más de cinco millones de personas involucradas. Es muy grave lo que está ocurriendo", lamentó el artista, ataviado con un mono verde y con la cara pintada.

Aunque la Corte Suprema de Justicia de Argentina emitió en 2006 un fallo en el que obligaba a la capital y a catorce municipios a sanear la cuenca del río con un plazo perentorio, las organizaciones ecologistas creen que lo que se está haciendo es insuficiente.

"Como sigan a este paso de tortuga, el saneamiento va a durar hasta el tricentenario", ironizó hoy García Uriburu.

sábado, 30 de enero de 2010

Perforando el pasado en el fondo del Antártico

http://rss.elmundo.es/rss/descarga.htm?data2=120
Desde el otro extremo del mundo, la voz de Carlota Escutia llega con claridad. Sólo un cierto retardo en la señal indica la distancia a la que se encuentra. Embarcada en pleno océano Antártico, a solo 60 kilómetros de la costa del continente helado, la geóloga del CSIC dirige un equipo internacional de 30 científicos que perfora el fondo marino para extraer cientos de metros de sedimento. Su objetivo: estudiar así el clima remoto de la Tierra.

«Con la diferencia de 10 horas que hay», explica, «son aquí las 3.30 de la madrugada. Pero no te preocupes, porque hacemos turnos de 12 horas y el mío acaba de empezar. Va de dos de la madrugada a dos de la tarde y justo ahora estaba preparando café para llevárselo a los que están trabajando afuera».

Pero ese «afuera» al que se refiere con tanta naturalidad es el sitio más remoto de la Tierra. La Antártida Oriental, en cuya costa está anclado el buque 'Joides Resolution', es el lado menos conocido de un continente ya de por sí desolado. Ni siquiera abundan en tierra las bases científicas que proliferan en el otro lado, el occidental.

No se puede pensar en un lugar más solitario y hostil. «Ahora, como es verano, la temperatura es agradable. Unos dos grados sobre cero ayer y, hoy, con el viento, unos 6º bajo cero», explica Escutia. Durante dos meses, la científica compartirá con compañeros de 14 países los breves metros del barco de investigación. No pisarán tierra en ningún momento, hasta que regresen a puerto en marzo. Pero estos detalles del aquí y ahora parecen no importarle mucho a Escutia.