sábado, 30 de enero de 2010

Perforando el pasado en el fondo del Antártico

http://rss.elmundo.es/rss/descarga.htm?data2=120
Desde el otro extremo del mundo, la voz de Carlota Escutia llega con claridad. Sólo un cierto retardo en la señal indica la distancia a la que se encuentra. Embarcada en pleno océano Antártico, a solo 60 kilómetros de la costa del continente helado, la geóloga del CSIC dirige un equipo internacional de 30 científicos que perfora el fondo marino para extraer cientos de metros de sedimento. Su objetivo: estudiar así el clima remoto de la Tierra.

«Con la diferencia de 10 horas que hay», explica, «son aquí las 3.30 de la madrugada. Pero no te preocupes, porque hacemos turnos de 12 horas y el mío acaba de empezar. Va de dos de la madrugada a dos de la tarde y justo ahora estaba preparando café para llevárselo a los que están trabajando afuera».

Pero ese «afuera» al que se refiere con tanta naturalidad es el sitio más remoto de la Tierra. La Antártida Oriental, en cuya costa está anclado el buque 'Joides Resolution', es el lado menos conocido de un continente ya de por sí desolado. Ni siquiera abundan en tierra las bases científicas que proliferan en el otro lado, el occidental.

No se puede pensar en un lugar más solitario y hostil. «Ahora, como es verano, la temperatura es agradable. Unos dos grados sobre cero ayer y, hoy, con el viento, unos 6º bajo cero», explica Escutia. Durante dos meses, la científica compartirá con compañeros de 14 países los breves metros del barco de investigación. No pisarán tierra en ningún momento, hasta que regresen a puerto en marzo. Pero estos detalles del aquí y ahora parecen no importarle mucho a Escutia.

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